SUELO es una metodología diseñada para reconectar con los lugares que habitamos, a través del concepto, la metáfora y la materialidad del suelo como sustento, hogar, tierra y territorio. Ella busca rearticular el valor natural y cultural de un lugar seleccionado, crear redes de colaboración solidaria, y promover prácticas regenerativas de co-creación colectiva para un mejor presente y futuro.
La metodología utiliza la imagen de un perfil de suelo para revelar las capas de historia y presente del lugar, sobre las que se co-crea el futuro. Aborda las diversas asociaciones, usos y efectos polifacéticos que el suelo tiene en nuestras vidas, cultura y medios de subsistencia. Toma nota de las esferas de acción posibles: desde el microcosmos hasta el macrocosmos; desde el cuerpo, el hogar y el jardín hasta el planeta. Estas herramientas ayudan al facilitador o ejecutor de la metodología a diseñar un camino de indagación (para sí mismo, un grupo o una comunidad) que se desarrollará a lo largo de un periodo de tiempo definido.
La práctica de Suelo es en sí un intercambio vivencial, con personas o elementos del lugar seleccionado que poseen los conocimientos que nos interesa descubrir. Nos basamos en la premisa de que cada persona es experta en su propia vida, y que todos tenemos diferentes formas de aprender, siendo un requisito que el intercambio sea horizontal y multidisciplinar. Al activar diversas áreas de interés podemos crear conexiones que nos impulsen a nosotros y a los demás a cuidar más del lugar, del suelo, la tierra, el territorio, nuestros hogares, nuestras comunidades. Se sugiere que los intercambios tomen la forma de narración de historias, caminatas, actividades físicas, experiencias que activen todos los sentidos, ejercicios de creación de vínculos y encuentros informales como comidas o paseos.
Los resultados pueden verse a través de talleres, proyectos artísticos o sociales, emprendimientos, experiencias compartidas y documentación audiovisual. También pueden percibirse a través de la red de apoyo comunitario que empieza a manifestarse, en el entrelazado de saberes y el cuidado compartido del lugar. Idealmente, el resultado es que los participantes de Suelo y los residentes del lugar seleccionado sientan un aumento del amor y la comprensión por el valor natural y cultural del lugar que habitan. Y en la medida de lo posible, que se planten semillas para unas relaciones socio-ecológicas armoniosas, con ideas y vías para una vida económica y cultural vibrante, justa y bien distribuida.
Para leer un artículo sobre la visión de la Metodología Suelo, escrito en agosto 2021 para la exhibición Naturaleza Expandida de la Fundación Mar Adentro en Chile, haz click en este enlace. El Suelo como espacio de Reencuentro.
El proyecto piloto de Suelo se llevó a cabo en enero de 2014 en SaLo, Punta San Lorenzo, Veraguas – sobre las rocas más antiguas de Panamá. A través de experiencias guiadas por participantes seleccionados, se llevó a cabo un intercambio de conocimientos con miembros de la comunidad de Arrimadero. Esta primera residencia fue co-facilitada por el equipo de Estudio Nuboso, la artista Claire Pentecost y el investigador Brian Holmes.
“He visto como encuentros multidisciplinarios estructurados generan nuevas preguntas, ideas y entendimiento; y que realizar un estudio organizado de un lugar particular, abre puertas a conocimientos transformadores. Conocimiento compartido es conocimiento multiplicado.“
– Claire Pentecost
“¿En qué nos estamos convirtiendo en las transformaciones del siglo veintiuno? ¿Cómo podemos co-evolucionar con los territorios en los que vivimos, en vez de destruirlos? Para encontrar estas respuestas, cada uno de nosotros debe aprender a escuchar a otros y prestar atención al suelo bajo nuestros pies. Tradicionalmente, el arte, las ciencias naturales y sociales permanecen en mundos separados. Esta es una oportunidad para superar esta brecha.”
Brian Holmes